La cuerda que nos une

Ruta

Si el Centro de Interpretación es el núcleo principal de nuestra apuesta cultural, no menos importante es el itinerario urbano que lo complementa: “La cuerda que nos une”.

Sería como el toro, el pilar, el centro del festejo y la cuerda, el cordón umbilical que lo une a nuestras gentes.

Por que este ritual es parte indisoluble de su cultura, está hondamente enraizado y forma parte esencial de su idiosincrasia; lo llevan dentro.

Partiendo del espacio musealizado y siguiendo esa cuerda por las calles del pueblo, atravesaremos los escenarios más emblemáticos por los que discurre el rito, uno de los elementos antropológicos, más originales e interesantes del país.

Podremos conocer lo elementos culturales que genera y, a la vez, sorprendernos con otros tesoros patrimoniales materiales e inmateriales, conocer leyendas, anécdotas o las páginas más ilustres de nuestro pasado.

Quince paneles explicativos

Aquí los quince paneles explicativos reducen su tamaño, ya que están dotados con códigos QR, donde se puede ampliar la información con atractivos y sugerentes videos. De esta forma, con esta aplicación móvil se puede seguir interactuando con el visitante.

El primero de los paneles de este circuito emocionante y emotivo, está en el mismo Centro de interpretación y tiene el sugerente título “Tras la senda del torico”. Allí comienza la ronda festiva que continúa hasta la plaza, donde se encuentra el “Monumento al torico”; donde se desarrollan los almuerzos y las cucañas, las Torres y la torrás, los bailes y las mascletás; la Fiesta de la flor y la de la borla; es el gran punto de encuentro.

De allí, cogidos a la cuerda fraternal, pasaremos por “La Mutua”, otro gran espacio de cultura y socialización y el puente viejo, hasta la iglesia de San Juan, espacio crucial en nuestras fiestas y que, además alberga el más representativo museo de José Vergara, el pintor valenciano más importante e influyente de la segunda mitad del siglo XVIII. Además aquí se inicia el recorrido de la “albás”, a ritmo de dulzaina y tamboril, la noche mágica de agosto, donde se unen la Asunción y San Roque. Nos adentraremos en el barrio medieval de Bechinos, brindando con mistela en Ca Morea, para seguir por la Torreta y los restos de la iglesia de San Miguel, el Matadero y el Lavadero, hasta llegar al Palacio de los Duques de Medinaceli, otro monumento especial, en el corazón de la Villa.

 

Aquí los quince paneles explicativos reducen su tamaño, ya que están dotados con códigos QR, donde se puede ampliar la información con atractivos y sugerentes videos. De esta forma, con esta aplicación móvil se puede seguir interactuando con el visitante.

El primero de los paneles de este circuito emocionante y emotivo, está en el mismo Centro de interpretación y tiene el sugerente título “Tras la senda del torico”. Allí comienza la ronda festiva que continúa hasta la plaza, donde se encuentra el “Monumento al torico”; donde se desarrollan los almuerzos y las cucañas, las Torres y la torrás, los bailes y las mascletás; la Fiesta de la flor y la de la borla; es el gran punto de encuentro.

De allí, cogidos a la cuerda fraternal, pasaremos por “La Mutua”, otro gran espacio de cultura y socialización y el puente viejo, hasta la iglesia de San Juan, espacio crucial en nuestras fiestas y que, además alberga el más representativo museo de José Vergara, el pintor valenciano más importante e influyente de la segunda mitad del siglo XVIII. Además aquí se inicia el recorrido de la “albás”, a ritmo de dulzaina y tamboril, la noche mágica de agosto, donde se unen la Asunción y San Roque. Nos adentraremos en el barrio medieval de Bechinos, brindando con mistela en Ca Morea, para seguir por la Torreta y los restos de la iglesia de San Miguel, el Matadero y el Lavadero, hasta llegar al Palacio de los Duques de Medinaceli, otro monumento especial, en el corazón de la Villa.

Por la calle mayor, llegaremos hasta la plaza del convento, donde se erigía el Convento de San Luis Obo, cuna de esos ilustres franciscanos que favorecieron la pervivencia de rituales atávicos como el nuestro. Y tras pasar por la Casa de la Cultura y la de la Música, tan presente en nuestros festejos, finalizaremos el recorrido en el Castillo, el espacio más importante y de mayor dignidad de la población. El lugar donde nació el pueblo, el gran baluarte, el lugar de poder, desde donde la Morenica divisa su amplio territorio de gracia; la madre de Dios encontrada, la patrona, negra como la madre tierra.

Los paneles interpretativos describen los diferentes momentos y espacios del rito, conectados con otros edificios y monumentos de la población, alguno de los cuales son propiedad municipal. En ellos se podría programar diversas actividades relacionadas con nuestro patrimonio, según la época del año y el perfil del visitante, lo que contribuiría a dinamizar y rentabilizar la ruta y sus espacios. También conformar herramientas para que en las visitas intervenga la sorpresa, la provocación, como elementos fundamentales para la emoción y el disfrute.

Circuito urbano por Chiva

El circuito urbano sería una ruta imprescindible para completar el conocimiento del festejo y saborear el entorno atractivo en el que se desarrolla y sin el cual éste no tiene sentido; el único entorno posible; el que contiene el poso, el alma, de la trascendental liturgia; el gran marco emocional, cargado de anécdotas y presencias.

La iniciativa nos invita a transitar, sosegadamente, por toda un área entrañable y monumental, aprovechando para repasar, junto a la genealogía y solera del ritual, otros elementos de la cultura popular y los acontecimientos más relevantes de la historia local. Muestra gran parte de los recursos del municipio; pudiendo incluso trasladarse esta propuesta a nuestro gran tesoro: la sierra. El gran paraje protegido donde tradicionalmente ha regresado el ganado tras el atávico ceremonial.

El Torico, irradiador de cultura

Con este proyecto, el Torico se consolida como eje central de nuestro patrimonio, principal irradiador de cultura, como el principal icono del pueblo. También, como uno de los motores económicos del pueblo, y el que más contribuye a la proyección de su imagen exterior; así como a la generación de prestigio. Esto se verá incrementado cuando a la ruta local, se sumen otras comarcales o supracomarcales, al ampliarse la visita a otros espacios de similar carácter. Estas potentes redes turísticas, como la de la Federación Española del Toro con Cuerda, que hemos mencionado, van a dotar de un flujo continuo de visitantes a la población, consolidándose esta iniciativa como empresa eficaz y dinamizadora, dentro de la industria del ocio cultural.

Esta propuesta, además, se puede convertir en un medio integrador del territorio, configurador de identidades y elemento de cohesión social, como lo es el mismo festejo, tremendamente participativo y hermanador. En este caso, al propiciar la colaboración de los diferentes agentes sociales, entidades y asociaciones de la población.

La puesta en marcha del conjunto interpretativo, ha de ser concebida, pues, como algo vivo, interactivo con el entorno, integrador, dinamizador, canalizador de los flujos turísticos sostenibles, divulgador y promotor del territorio; como herramienta de conservación y de desarrollo. Ha de dar una visión cultural profunda y ha de servir para propiciar el diálogo intergeneracional e intercultural, necesario para fomentar valores y una mayor conciencia de comunidad. Estamos, pues, ante un producto imprescindible para el desarrollo sostenible de esta zona, capaz de transmitir conocimientos y significaciones, sensaciones y emociones. Una iniciativa que va a permitir, pues, mostrar al mundo ese gran hito social, económico, cultural y festivo que es nuestro Torico.

Dirección

Calle del Doctor Nácher, s/n, 46370
Chiva, Valencia

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