Como comentamos hace unas semanas en el artículo dedicado a los Calderos de Nochebuena, este año, no se va a poder celebrar los tradicionales festejos en honor a los Santos Medios, patrones de nuestra población. Una celebración en la que, desde hace algunos años colabora, como en la anteriormente citada, la Asociación Peña Taurina El Torico, siguiendo su iniciativa de apoyar, entre otras cosas, las tradiciones locales, nuestro gran patrimonio inmaterial. Un apoyo que resulta fundamental dado el riesgo de desaparición de alguno de los ritos más entrañables de estas fiestas invernales como los “sagatos” o “fallas”.

Hasta hace unos años había una verdadera competición entre los zagales de los diferentes barrios por recoger sarsales y levantar la hoguera más grande. Incluso se daban verdaderas “guerras” campales, cuando se intentaban quemar, “haciendo novillos”, los sagatos de una calle rival, a veces aprovechando el horario de clases. Las “dreas” eran habituales, llegando a utilizar en las “batallas”, desde tirachinas y canutos, hasta arcos con flechas de alambres o rifles de perdigones. Algunas de estas cuadrillas, incluso tenían carros a su disposición y el volumen que alcanzaban las “fallas”, era considerable. Pero ahora, por desgracia, apenas se erigen un par de ellas, una de las cuales corre a cargo de la Peña, quién la ubica en el Paseo de la Argentina.

Ya hemos comentado en otros artículos que estos festejos patronales se instituyeron en el siglo XVII, desde que los Moncada traen, en 1611, las reliquias de estos santos mártires: Alejandro y Macario. Así mismo, vemos en un libro de jurados, que recoge las actas del concejo desde 1648 a 1662, como estas fiestas “gordas”, eran muy relevantes y duraban varios días, con actos religiosos (como las misas o bendiciones de panes) y profanos (con cohetes, música, comedias -incluso con soldadesca de Moros y Cristianos– o con hogueras,). Sin embargo, es muy probable que, en estas fechas, en concreto estos sagatos, se encendieran desde tiempos remotos.

Sabemos que desde la antigüedad, para conmemorar el solsticio de invierno y honrar al sol, se utilizaba el fuego de las hogueras que simbolizaba la vida, la purificación y la renovación; además se rendía homenaje a los animales que eran fundamentales en la vida diaria, ya que servían de alimento, de forma de transporte y trabajo en las tareas del campo. De ahí que con la cristianización, estos acontecimientos se dediquen a diferentes personajes sagrados como a San Sebastián o San Antón, un festejo que también se celebra aquí (17 enero) aunque parece que con menor relevancia desde la aparición de la fiesta de los Santos Medios.  Éstos santos taumaturgos, también están representados en la iglesia parroquial de San Juan, junto al mismo Bautista (en cuya fiesta, también solsticial, cobra protagonismo el agua y el fuego) o  San Roque, un milagrero que también interviene en el curso ritual que marca el ciclo agrario. Los primeros para asegurar la salud de los campos, al principio de la cosecha, Juan para favorecer la fecundidad y el último para purificar las casas y agradecer la fertilidad agraria, en el momento de la recolección.

Así pues, aunque este año, por las circunstancias especiales que vivimos, no se han podido celebrar, hay que seguir intentando preservar en años venideros estas singulares manifestaciones ígneas autóctonas. Ritos que han mantenido encendidos, durante siglos, los niños, semillas y símbolos del futuro, para que no se apague la llama de la esperanza, de la vida.

 

JCM.

Centro de Interpretación del Torico.

La Peña en las hogueras de los Santos Medios 2020

La Peña en las hogueras de los Santos Medios 2020

 

Reliquias de los Santos Medios y otros santos romanos.

Reliquias de los Santos Medios y otros santos romanos.

 

San Alejandro y San Macario. Óleo José Vergara en la iglesia parroquial.

San Alejandro y San Macario. Óleo José Vergara en la iglesia parroquial. 

Hoguera de San Antón.

Hoguera de San Antón.

 

 

This function has been disabled for El Torico de la Cuerda | Asociación peña taurina.